lunes, 28 de abril de 2014



Un nuevo juego
 Autora: Yeida Quezada
Hace unos años atrás hubo horribles secuestros de niños en Valdivia, uno de ellos    

                                                 
era Emilio, un pequeño de siete años de edad, delgado, valiente, muy inteligente, su tono de piel es blanca y tiene los ojos de color verdes. El día nueve de enero del año 2011 Emilio estaba en su casa solo, esperando a sus papas que habían ido a comprar almuerzo, los padres de Emilio son profesionales, la madre se llama Verónica y su padre Rafael.                                                    

                   
 En tanto Emilio afanado con su nuevo juego sintió un ruido en la puerta de entrada, era como que hubiesen estado forcejeando la puerta, Emilio se paró para ir a ver que estaba pasando, vio que la puerta estaba abierta y la cerro muy calmado cuando lo único que sintió fue que le habían puesto un paño en la boca para adormecerlo.
Cuando llegaron los padres de Emilio vieron que la puerta estaba abierta 


y que Emilio no estaba, ellos se desesperaron llamaron a la PDI y a Carabineros. Ellos ya tenían denuncias asociadas a este mismo caso de secuestros de niños entonces estos empezaron a tomar cartas en el asunto. Al día siguiente Emilio ya había despertado atado a manos y pies con un scoch en la boca, el secuestrador lo tenía en una bodega muy antigua y muy grande, cuando de repente aparece el secuestrador, le da un plato de comida y uno con agua como un perro.                              


Entonces en averiguaciones de la PDI, encontraron a la orilla de un río, un cadáver era de un niño de tan solo nueve años,  uno de los niños secuestrados, lo habían ahogado. Los padres de Emilio se habían preocupado más por el asunto, al saber que había un pequeño muerto. Días después llamaron a la PDI de que habían encontrado una niña muerta tirada en uno de los pasillos del hotel Sisni, toda moreteada                        
como todos los habitantes y trabajadores del hotel eran sospechosos, la PDI los llamo a todos uno por uno. Cuando le tocó el turno  a don Juan, que era el encargado de la limpieza, vio cuando un hombre musculoso se iba corriendo por el mismo pasillo donde encontraron a la pequeña. Mientas tanto en la bodega donde estaba Emilio, Emilio recordó unas técnicas que aparecían en el juego nuevo que el tenía, logro escapar corrió muchos kilómetros cuando una pareja de ancianos 



lo recogió y le dieron refugio y alimento, cuando los ancianos vieron un cartel que decía que Emilio estaba perdido llamaron al número de los padres y se alegraron tanto de que su hijo estaba bien y a salvo, en ese momento Emilio miro a su padre y le dijo que Martín su mejor amigo era el asesino secuestrador.

                              Fin                            

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